La marcha siguiente.


Decides clonarte y asistir doble a la marcha por la paz, la manifestación de #Mtydicebasta, o como le quieras llamar. A la anterior fui yo, a esta vamos nosotros. Me cloné.

Foto tomada de http://www.panoramio.com/photo/6074237

Llegamos a la explanada de los héroes y entiendo que los héroes no están sobre pedestales sino al ras del suelo, desafiar el solazo inclemente de las seis de la tarde de un verano rabioso en Monterrey es de héroes, el ardor del adoquín que no deja sentarte a gusto, los gritos de gente que quiere imponer su voz, todo eso requiere algo de heroísmo para soportarlo.

Nos quedamos a la sombra de uno de los pretendidos héroes, sólo por librarme un poco del sol así lo considero: mi héroe; veo gente de blanco, gente con camisetas hechas para la ocasión que me siembran desconfianza, pancartas lujosas y porros mal pagados. Niños y su escondida promesa de esperanza de que este pinche mundo será mejor.

Hay un templete y gente con equipo de sonido, unos hablan y otros gritan. El espectáculo a lo lejos es desagradable, decidimos no acercarnos. Batucadas, contra megáfonos, gritos contra chiflidos, mentadas contra mentadas. Lo bueno es que todos buscamos la paz.

Los organizadores deciden dar por terminado el evento. Que frustrante el saber que por unos cuantos loches los gobernantes pueden ahogar cualquier opinión contraria y por unos cuantos millones pueden gritar opiniones a su favor en los medios de comunicación. Algo no está bien.

Quienes queremos diálogo nos buscamos en los escalones del palacio que nos es tan ajeno. Por un lado quienes defienden a Medina pide la renuncia de Calderón y quienes defienden a Larrazabal exigen la renuncia de Medina. Secuestrada la cordura y la civilidad esperamos paz y silencio para meditar, proponer y escuchar. No se da.

Nos alejamos de la violencia en medio de la búsqueda de la anhelada paz, viajamos en peregrinación hacia el museo de historia, y la historia de la guerra de los gritos se queda atrás. Una pena que si a esas personas se les invitara a dialogar sólo gritarían su cuota de consignas y dejarían en casa su ciudadanía porque se las han robado. El milagro acontece de nuevo y se da el orden, el diálogo, la paz. Puede haber diferentes opiniones pero sin imposición.

A lo lejos los porros se marchan con el orgullo del trabajo cumplido, reventaron una expresión cívica por algunos lonches o algunos canapés. Quien los envió no entiende de política ni de diálogo sólo de fuerza y falta de respeto. Los camiones regresarán a los acarreados a sus colonias. Los gobernantes dormirán satisfechos. Sí, putos todos.


Es triste también toparse entre semana en las redes sociales a quienes se creen poseedores de la verdad y piensan que toda la gente que fue a esa manifestación comió lonches y bebió soda caliente. No se pueden imaginar gente con hambre de civismo, pensantes, independientes, que lo mismo tendrían el derecho de exigir una renuncia sin que nadie los manipule o bien pedir que se queden si así lo creen correcto. No, para ellos todos es azul o tricolor; Acarreo propio o contrario; Mierda contra mierda. Afortunadamente si estás ahí te puedes dar cuenta que no todo es sucio y estridente. Hay gente inteligente que quiere actuar por su ciudad. Perdidos en un territorio que debería ser ya conocido y no ahora ignoto dan los primeros pasos sin el contubernio de los políticos. Bien por ellos, por nosotros. Que pena por los ausentes que jamás tendrán una opinión de primera mano, dormirán soñando que lo saben todo sin vivir nada.

Lo malo de clonarse es que las agendas se comparten y si la invitada dice me “tengo que ir” nos tenemos que ir. Espero clonarme más y mejor el próximo domingo. Hay muchas cosas que lograr.

Si quieres ver algunas verdades: 

Próxmi domingo clónate y ve a las 6:00 pm a la macro.

Imágenes Retro


¿Y los jóvenes de #mty, apá?



Ya encarrilados en ese civilizado acto de ceder la voz y la escucha, que deberíamos practicar más seguido, desfilaron por el megáfono de la macroplaza aquel domingo 28 de Agosto de manera ordenada muchas personas, diría que personas diferentes pero eso es un pleonasmo. Todos somos diferentes aunque pensemos igual.

Había mujeres, poquísimos niños, hombres, jóvenes, adultos, incluso gente mayor que no se atrevió a subir a los escalones improvisados de tribuna por falta de fuerza en sus piernas o en la voz. Había gente de clase media o lo que queda de ella, habíamos asalariados pero no de mierda, esos deberían estar despachando en los palacios de gobierno pero supongo que ni ahí estaban, era domingo; había gente pobre que su paga por estar ahí es un mísero y perverso lonche pagado por alguien aún más perverso e hijodeputa. Había gente educada, un poco más un poco menos. Religiosos, ateos, agnósticos. En fin, era una nanomuestra de lo que es Monterrey. Claro, faltaron los políticos, los “líderes”, los medios que no sólo buscan la nota, los indolentes, los decepcionados, los aturdidos por el duelo, los valemadristas, los cínicos, los narcos, de estos últimos eso quiero creer.

Mucha gente cuestionó en sus dos minutos disponibles a los faltantes pero lo más irónico es que los pocos jóvenes que estaban ahí cuestionaban por qué no estaba el resto de la juventud ahí precisamente. No hace falta ser familiar de un caído, herido o desaparecido para declararte víctima, basta que él o ella haya pisado las mismas aulas que tú, que hayan escuchado la misma música, que haya transitado las mismas calles, que hayan visto el mismo cerro que adorna esta ciudad para que te toque justificadamente una parte de dolor.

         Y no, no estaba ahí la agraviada juventud, esa a la que ya le robaron el presente cerrándoles el barrio antiguo o la ciudad completa, esos que ya no sabrán, nuevamente, lo que es pasarte una noche de antro hasta el amanecer sintiéndote seguro con el único temor de que te pare un tránsito, te regañen tus papás o desperdicies el dormingo tirado en la cama para darte cuenta el lunes que te etiquetaron pedo en una foto del feiz.

         Y es triste que si ya les robaron el presente no se den cuenta que están, por un pelito, a tiempo de luchar por su futuro, de reclamar para sí lo que les pertenece por ser regios o mexicanos. Quisiera pensar que es por la edad pero… si preguntamos por los adultos la ausencia fue similar. Creo, y temo, que es la típica apatía del regio, ese egoísmo de “si me va bien a mí lo demás me vale madre”, ese vivir en tu burbuja de metal con clima en la que atraviesas la ciudad negando la moneda al que te limpia el vidrio sin darte cuenta que fue el que se convirtió, ¿o convertimos?, en el que te roba el auto. Espero que una de las acepciones del símbolo que precede este texto no sea la representación de Monterrey: Las Ruinas del Hombre Muerto. Prefiero la otra.

         Ruego porque la juventud tenga los arrestos sufcientes, es una metáfora y no una alusión a la pretendida Ley de Seguridad Nacional, para que se levante como la juventud del 68. Que tenga la inteligencia y visión más allá de su granjita de feizbuk o de las películas y ropa de moda; que deje de agachar la cabeza por estar viendo su Ipod o Blackberry o Televisa o cualquier símbolo de consumismo/enajenación similar. Que aspire, no al wanabi hueco, sino a una sociedad más justa, equitativa, incluyente y menos idiotizada.

         Pero mientras, seguiré preguntando ¿Y los jóvenes de #mty, apá?

         30/Ago/11

¿Y #mty, apá?


Imagen tomada de http://www.jornada.unam.mx/viajera/?destino=nuevo+leon&seccion=04

La invitación es notoria por redes sociales, tímida por los medios convencionales: A la Macroplaza a las 5:00 p.m. del domingo siguiente a la masacre provocada por el terrosismo del crímen organizado, de los políticos medios organizados y la sociedad desorganizada. A la hora de la resolana de Reyes, de los cuarentaytantos grados en la plancha de concreto, de las ganas de tirar la weba en el fresco de la casa. Va, dije.

Nos acercamos por Zaragoza, a un costado del palacio de cantera ya se escuchan los gritos de Renuncia Calderón, Renuncia Medina y uno que otro extraviado de Renuncia Arrazabal. Alguien sostiene una pancarta con una fotochopeada imagen de Calderón apresado por la policía. En nuestros mejores sueños. Una “señora bien” (warevatatsmins) le pregunta al tipo que carga la pancarta que cuánto le costó hacerla. Sí, ambos sospechamos que alguien la mandó hacer y regaló lonches para que el personaje se parara ahí a intentar de tapar los gritos de Renuncia Medina con los gritos de Renuncia Calderón. Lo que sea de cada quién, eran las pancartas más chingonas de toda la palza. Todo se vale, piensan algunos.

El desorden es general, no hay equipo de sonido, en la enésima fila no se escucha lo que dice un orador medio calvo. Sólo aprecio los gritos reiterados de enojo que me rodean dirigidos a los gobernantes, creo que con justificacción; el fulano manotea y va de un lado de las escaleras a otro. No se oye más que un coro de fuera, fuera, fuera. Muy regio. Después me entero de que era un político. Fuera.

Mucha gente se decepciona y se va ante la natural desorganización. No sacan nada y me duele pensar que si era la primera vez que salían a la calle se vayan con la idea de que hacerlo no sirve de absolutamente nada. Hay que ser pacientes y esperar un poco. Esa espera te recompensa con un experimento social que alerta de peligros si sabes leer y de esperanzas si sabes buscar.

Los radicales entran en escena y quieren entrar a Palacio de Gobierno ¿A qué? Es la pregunta de la mayoría. Los ánimos se caldean en la batalla de porras inversas pidiendo renuncias, en mentadas de madre que sirven de catarsis, en malos modos, palabras y agresiones leves. Pero la cordura y esa anhelada búsqueda de paz se imponen. La mayoría corea repetida y fuertemente “no más violencia” a la gente que patea la puerta, a la gente que menta madres. “No más violencia” porque ya “estamos hasta la madre”. Medio contingente se marcha porque, hay que reconocerlo, no es agradable lo que se presencia, no es eso lo que se busca, no es eso lo que se quiere.
Hay que tener paciencia para que aparezca una voz sensata y con experiencia en estas lides, Ximena Peredo hace un esfuerzo desesperado en base a gritos por encausar la energía ahí vertida, llama a la concordia, al diálogo, a la escucha. El milagro sigue creciendo y aparece uno, dos megáfonos. Eso facilita las cosas y el pueblo, porque eso era lo estaba ahí, el pueblo por fin accede a hacer un pinino democrático, a prestarse la voz como en las tribus primitivas que en ese aspecto eran mucho más civilizadas que los regios atrabancados. Paciencia y serenidad, Solín.

Discurren los oradores notoriamente improvisados, se dejan apreciar sentires, opiniones, mentadas, ideas, propuestas, más mentadas, llantos, quejas, reclamos y mentadas de nuevo. Bravo, aunque tenemos que recordar que la catársis ayuda pero no construye y eso es lo que buscamos ahí: construir no matar; construir no quemar, construir no imponer; construir no solapar, construir con palabras, ideas y buenos sentimientos que se opongan a la barbarie y la destrucción.

         Quedan por narrar pormenores de ese encuentro con sus respectivos desencuentros. Hoy no te cansaré, sólo te compartiré el compromiso de seguir con ese ejercicio de pueblo y este remedo de crónica.

         Y confesarte que la pregunta recurrente al ver que eramos tan pocos frente a un hecho tan enormemente aberrante era: ¿Y #mty, apá?
        
29/Ago/11

Café con piquete.

Algo me hacía ruido con las marchas concentradas en el Café Iguana.




No me había dado a la tarea de reflexionar hasta que leí esto: http://vivirmexico.com/2011/05/despierta-monterrey-sacudete-la-violencia amén de algunos twitss en mi TL por mi queja de que hicieran la protesta a las puertas del Café.

Y lo que me aclaró las cosas fu este párrafo que toma un argumento que el escribidor esgrimía para que no hicieran la protesta ahí porque “en ése lugar se vendía droga".

Cito:
"No existen “malos momentos”, “malas compañías” o la intención de “en ése lugar se vendía droga”, todos los ciudadanos tienen derecho a vivir libres de violencia en su ciudad, a no estar expuestos a tantos hechos traumáticos."

Despotrico:
Creo que ahí radica parte del problema.
Si tácita o explicitamente se acepta el hecho que “en ése lugar se vendía droga” (hasta la fecha nadie me lo ha negado, lo más que me dicen es que nunca les ofrecieron. ¿Qué esperaban? ¿La carta de tachas y demás golosinas?), y siendo condescendiente en esa frase cambio el "vendía" por "consumía" o "movía", eso explica (de niguna manera y recalco: de ninguna manera justifica) las muertes por el crimen organizado.

Cerrar los ojos a ese hecho es pecar de inocentes e ignorar las causas.
Así no se progresa mucho.

Aclaro, no es un prejuicio; la manera en que se operaron esos crímines no da lugar a pensar en otro móvil que no sea el crimen organizado. Un pleito o venganza no usa esos recursos para matar, no recoge sus cadáveres ni cuenta con la omisión de las autoridades ni la posterior malinformación de los medios.

Y aquí viene una pregunta simple ¿Qué responsabilidad tienen los dueños del lugar al saber o ignorar o aceptar que en su local se mueva droga?
¿Ninguna? ¿Por eso nadie los cuestiona? ¿A ellos no se les reclama? ¿Ellos son ajenos a todo esto? ¿O la protesta es sólo una cátarsis social sin blanco ni objetivo definido?

El beneficio de que ese local siga operando es económico para los dueños y, por qué no, para el comercio de drogas, que incluye al alcohol. Es benéfico en esparcimiento y cultura para su clientela, inegable. Pero si no se reconoce el problema, este no se puede ver y menos arreglar. Y si lo reconocen aunque sea tácitamente la protesta puede tomar el tono de que no es por la muerte de las personas sino por la muerte del Barrio Antiguo o en específico del Café Iguana. Y eso sería mezquino. Tengo la esperanza que no sea así pero la lectura que me da es: "En este lugar se vendía droga pero no quiero más muertos" ¿Aquí? ¬¬ pregunto. Sí, sí, sé que vamos a decir que en ningún lado. Pobres, nadie los quiere. Pero entonces hay que cuestionar el "por qué" y el "quién" y no sólo lamentar el "qué". 

El argumento de que en las universidades también se vende droga e igualmente habría que cerrarlas, no aplica ya que en esos casos no puedes focalizar el problema geográfica, personal ni específicamente como en un antro. Y si puedes ¿qué esperas para denunciarlo?

A la raza de las protestas: Si se van a tomar el gran trabajo de movilizrse, eso nadie se los escatima antes bien se les APLAUDE y apoya, que sea una acción inteligente, reflexionada, congruente y crítica con todo lo que está involucrado.

Aunque incluya tu lugar favorito de esparcimiento.

Mala influenza


Si tu presidente dice "haiga sido como haiga sido" y quien te educa te quiere vacunar contra el virus de "la influencia hache-ele-ene-ele", estás pero que si bien perdido.

Uta, uno no sabe escribir y la otra no sabe leer... entre más burros más votos.

Feliz día del borrego.


Sí, Churchill.


"Me alzaré con la Victroia aunque sea lo primero que haga por la mañana."